Girona

Cuarta parada en Girona. Descubrimos el encanto de una ciudad con carácter de pueblo, su gastronomía y su entorno:lugares de ensueño de donde nunca querrás irte

Palamós

Palamós

Pasearse por el perfil costero de Palamós también nos permite ver todavía en plena actividad la esencia marinera del municipio
En cala S’Alguer, las antiguas barracas de pescadores forman una postal deliciosa. La del Castell es una de las pocas playas vírgenes que todavía quedan en la Costa Brava y conserva, en una de sus puntas, los restos de un poblado ibérico como un pequeño tesoro; se trata de un asentamiento de la tribu de los indigetes, que ocupó este istmo entre los siglos VI aC y I dC. La elevación del terreno permitía el control tanto de la costa como de los peligros que pudieran llegar del interior, y son especialmente notables los restos de cerámica que se han hallado en el yacimiento. En la playa de la Fosca destaca el castillo de Sant Esteve, una espectacular construcción medieval junto al mar. Y todos los grupos humanos que han dejado su huella en Palamós cayeron rendidos ante la grandeza de su mar. En Palamós, el pescado y en particular la gamba son los productos estrella cuando hablamos de gastronomía.